Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces.

¿Porque siempre te das cuenta de reflexionar sobre tus experiencias tan tarde? Y después de hacerlo ¿Que se hace? Se debería optar por un camino y ¿jugártelo entero?

Muchas veces erramos, con intensión y otras sin intención alguna, vamos por la vida creyendo que nos estamos comiendo el mundo pero nunca vemos a quienes hemos dejado atrás de nuestras pisadas. Actuamos de acuerdo a como nos gusta sentirnos y decimos cosas como mejor nos salgan pero no siempre se ve a quien se lastima y aunque nos damos cuenta del daño no lo remendamos o simplemente dejamos que pase.

Cuando te das cuenta de estas cosas, te sientes triste, y comienzas a mirar atrás y a vigilar tus pisadas para saber y verle la cara a quien has dejado atrás, a veces no es bueno pero mas vale una miradas atrás que una hacia delante donde no se sabe que pasará, hoy me he dado cuenta de mis errores, no, en realidad hace mucho que me fije en ello pero como siempre

le ignore y seguí adelante sin mirar mis pisadas, solo faltaba ese

“Alguien” que te quitara la venda de los ojos y te hiciera darte cuenta de la realidad en la que se vive y te das cuenta de tus errores, pero de los errores se aprende ¿No? he leído que: “El hombre es el animal que tropieza dos veces con la misma piedra” pero estos errores son enseñanzas aunque tropecemos 15 o más veces con la misma piedra. A final de cuentas esos tropiezos te harán entender y aprender, es sólo cuestión de tiempo y entendimiento. No siempre se aprende a la primera y menos el ser humano tan imperfecto. Un hombre inteligente debe ser racional pero a la vez debe tener la sensibilidad para poder discernir los acontecimientos.

Así como se habla de errar también se habla del perdonar, “El Perdón” oh, aquella palabra difícil de convertirla en acción, yo podría pedirlo muchas veces, aunque mis creencias religiosas me digan lo contrario, pero cuando se ha lastimado es fácil ignorar suplicas, incluso sentimientos, y allí se siembra el rencor en nuestros corazones y después de tantos sentimientos encontrados sacamos a flote todo lo que ha pasado y he ahí donde nace el odio, todo es una cadena, una interminable cadena, pero perdonar no es quitarle importancia a aquello que sucedió, mucho menos darle la razón a esa persona que te lastimo. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.

A ti Gabriel, reconozco que he perdido. Vengo a ti para acogerme a tus abrazos y pedirte que me perdones y no me importa ya la falsedad de los espejos ni la voz sirena que me empuja hacia el acantilado solo soy un anhelo desesperado de no querer alejarme de ti.